admin | Nov. 30, 2023, 6:42 a.m.
El aprendizaje activo es un enfoque educativo que involucra a los estudiantes de manera activa en su propio proceso de aprendizaje. A diferencia de los métodos más tradicionales en los que los estudiantes son receptores pasivos de información, el aprendizaje activo fomenta la participación activa, la reflexión y la aplicación práctica del conocimiento. Algunas estrategias comunes de aprendizaje activo incluyen: Discusiones en grupo: Los estudiantes participan en discusiones estructuradas o colaborativas sobre un tema específico. Resolución de problemas: Se presentan problemas o situaciones a los estudiantes, y ellos deben trabajar para encontrar soluciones utilizando sus conocimientos y habilidades. Estudios de caso: Los estudiantes analizan situaciones del mundo real o casos específicos para aplicar conceptos y teorías aprendidos en clase. Aprendizaje basado en proyectos: Los estudiantes llevan a cabo proyectos prácticos que les permiten aplicar sus conocimientos en un contexto real y desarrollar habilidades adicionales. Enseñanza entre pares: Los estudiantes enseñan conceptos a sus compañeros, lo que refuerza su comprensión y promueve la colaboración. Juegos educativos: Se utilizan juegos y simulaciones para reforzar conceptos y habilidades de una manera divertida y participativa. Preguntas y respuestas interactivas: Los profesores plantean preguntas durante la clase y los estudiantes responden, fomentando la participación activa y la retroalimentación inmediata. Este enfoque tiene como objetivo no solo transmitir información, sino también desarrollar habilidades de pensamiento crítico, resolución de problemas, toma de decisiones y colaboración. Se ha demostrado que el aprendizaje activo puede mejorar la retención del conocimiento y la motivación de los estudiantes.